Un manojo de espinacas limpias y frías.
Salmón con piel del tamaño de la palma de tu mano
2 cdas. Miel natural
2 cdas. Salsa de soya con jugo de naranja o limón (así la venden en los supermercados)
1 cda. de ajonjolí tostado.
La espinaca la troceas y colocas en un plato extendido; mezcla la miel con la salsa de soya y viertelo a las espinacas.
Salpimienta el salmón, y en una sartén bien caliente sin aceite, acomodas el salmón sobre su piel; hasta que este dorado lo volteas y retiras la piel, deja cocer por unos minutos y voltealo para que agarre un poquito de color del lado donde quitaste la piel. retira del fuego y acomodalo sobre la cama de espinacas. decora con ajonjolí. tostado, y listo. ¡A disfrutar!
El truco de esta ensalada es que la miel y la salsa de soya deben estar frios a la hora de usarla.
Prometo prepararla en los proximos dias y subir la foto.
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